Control de crucero adaptativo, advertencia de salida de carril y mitigación del ángulo muerto son solo algunos de los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS por sus siglas en inglés) que ahora están disponibles en muchos vehículos. La penetración de los coches equipados con ADAS en España está creciendo cada vez más y se ofrecen a la venta tanto como característica de fábrica como opcional.
En muchos países de Europa, el equipamiento de dichas funciones ha tenido un aumento exponencial y esta tendencia se acelerará todavía más por la creciente regulación al respecto y por la constante innovación tecnológica que facilita nuevos equipos cada vez más precisos que, a su vez, hacen las carreteras más seguras. La nueva regulación europea establece que cada vehículo nuevo que se ponga a la venta a partir de la segunda mitad del 2022 debe incorporar necesariamente determinadas funciones ADAS. Ello contribuirá significativamente al objetivo “Visión Zero” de la Unión Europea que apunta a conseguir cero fallecimientos en las carreteras para finales de 2050.
Históricamente, identificar ADAS en un vehículo específico y evaluar su impacto en la reducción de la frecuencia siniestral ha sido prácticamente imposible, y mucho menos a nivel de bastidor (VIN por sus silgas en inglés). Las funciones ADAS tienen infinidad de denominaciones que provienen de las áreas de marketing de los fabricantes, lo que hace imposible su tratamiento y comprensión de lo que significan. Por ello, la industria aseguradora ha tenido una misión imposible en su ingestión para procesos de suscripción y tarificación.
Además de necesitar una normalización exhaustiva de todas las funciones ADAS, las aseguradoras se han enfrentado al desafío de analizar el efecto en el mundo real, verificando que estas características de seguridad podrían tener en la frecuencia siniestral. Después de todo, las características específicas de la tecnología del vehículo o los grupos de características reducen los accidentes y tienen un impacto en las cuentas de resultados de la industria. A la vez, los proveedores de seguros también deben tener en cuenta los costos de reparación y recalibración asociados a las ADAS, porque implican una tecnología sofisticada y más costosa de reparar.
Las características de ADAS funcionan excelentemente tanto de manera individual como en conjunto complementándose entre sí y reduciendo riesgos. Sin embargo, ha sido muy complejo discriminar lo anterior y conocer su impacto real para tenerlo en cuenta en el proceso de cotización.
Para ayudar a resolver estos retos, LexisNexis Risk Solutions ha puesto a disposición del mercado asegurador español la solución LexisNexis® Vehicle Build. La solución ayudará al ramo de Autos a comprender mejor el impacto positivo que suponen las funciones ADAS, equipadas en los vehículos, en lo que respecta siniestralidad y especialmente en la seguridad de las carreteras. Dicha seguridad es además prioridad para la Dirección General de Tráfico (DGT) y las autoridades de la Unión Europea. Mutua Madrileña será la primera aseguradora en España que utilizará el servicio, lo que reforzará su posición de liderazgo en el ramo Auto en España con tarifas más personalizadas y ajustadas además de continuar a la vanguardia de la revolución digital del sector.
LexisNexis Vehicle Build ha gestionado la enorme complejidad de distintas denominaciones en una clasificación mucho más sencilla. Esta clasificación ADAS se ha creado utilizando técnicas de “machine learning” para escanear millones de líneas de datos de fabricantes de vehículos. De esta forma se secuencia y clasifica de manera lógica las características de seguridad del vehículo, así como el funcionamiento y objetivo previsto de cada función.
Dentro de la clasificación LexisNexis Vehicle Build, hay un grupo de 12 funciones principales ADAS (funciones “core”) que han demostrado ofrecer una reducción en la frecuencia siniestral muy relevante. El 69% de los automóviles analizados en Europa por LexisNexis Risk Solutions estaban equipados con al menos una característica de seguridad “core” y, por lo tanto, es menos probable que tengan un accidente o alcance. A medida que la tecnología se desarrolla, se espera que este porcentaje aumente.
Para que este nuevo atributo sea gestionable en el entorno de los seguros, las aseguradoras ahora pueden recurrir a estos datos en el momento de la cotización como parte del proceso general de evaluación de riesgos. Esto puede ser como datos granulares que confirman qué formas de ADAS están presentes en el automóvil del cliente y el rendimiento de esas características, o simplemente pueden usar un Rating/valor de 0-5 que se ha calculado ponderando la relevancia a efectos de reducción de la frecuencia siniestral de las funciones encontradas en el vehículo en particular.
Al desvelar la presencia, el objetivo y el rendimiento de ADAS a nivel de VIN y los efectos en siniestralidad, las aseguradoras pueden agregar una capa adicional de granularidad a la comprensión del riesgo. Sin duda, saber más sobre los datos del vehículo puede ayudar a los proveedores de seguros a optimizar sus precios para nueva producción y renovaciones, y así diferenciarse en un mercado tan competitivo.
Por último, utilizar información ADAS en la evaluación de riesgos puede ayudar a las aseguradoras a mostrar a la sociedad y a sus clientes los pasos que están tomando para ofrecer unas primas más ajustadas al perfil de riesgo de cada vehículo y conductor. La presencia y demanda de funciones ADAS no parará de crecer, y la concienciación de los consumidores, fabricantes de automóvil e industria aseguradora será algo perfectamente asumido y presente en el día a día.