El negocio de la movilidad compartida alcanzará un volumen de negocio de 660.000 millones de dólares en 2030 frente a los 260.000 millones de dólares que generó en 2020, lo que significa que este negocio se duplicará en los próximos diez años, según datos del Instituto de Transporte de la Universidad de Berkeley, difundidos por Rocket Lab.
En este mercado, existen dos grandes grupos: servicios ofrecidos por un particular o empresa en los que se comparte un viaje y servicios ofrecidos por un particular o empresa donde se comparte un coche o una moto.
En la primera categoría tendríamos el Ridesharing (particular) para trayectos largos con apps como BlaBlaCar o Amovens y el Ridehailing (empresa) con apps como Uber o Cabify.
En la segunda categoría, coexisten el Carsharing y el Motorsharing, con apps (de empresa) para automóviles como Ubeequo (28,3% de cuota de usuarios), Zity (26,1%), Free2Move (23,9%), GoTo (23,9%) o Wible (14,4%) y para motocicletas con apps como Cooltra (47,5%), Acciona (43,2%), Seat Motosharing (9,1%), YEGO Mobility (9,1%) o Reby (9,1%) según datos de Smartme Analytics. También existe la modalidad de Carsharing P2P (entre particulares) para rentabilizar el coche particular compartiéndolo en los momentos en los que no se utiliza con apps como Drivy o SocialCar.