VPNDesde la invasión de Rusia a Ucrania hasta la escalada armamentística de China para reunificarse con Taiwán por la fuerza, estamos viviendo en un mundo cada vez en mayor tensión. Y esta tensión afecta a la población general más que nunca a través de internet, que conecta el globo como nunca antes lo habíamos visto y que puede convertirse en una herramienta muy poderosa para defender los distintos intereses de los territorios en conflicto.

Mientras que los hackeos a instituciones afines a Ucrania o a Rusia han sido una constante durante todo 2022, la escalada de la guerra cibernética puede llegar a cotas sin precedentes en el caso de que se desate un conflicto en China, sobre todo considerando que no solo estará en juego la soberanía de Taiwán, sino –especialmente– el control sobre la industria de los semiconductores, con la icónica TSMC a la cabeza.

Todo esto viene a sumarse a un aumento de los hackeos y los ciberataques que ya estaba siendo exponencial desde hace varios años, y que se disparó aún más con el inicio de la pandemia en 2020. Para bien o para mal, nuestras vidas dependen cada vez más del ámbito digital, que utilizamos para hacer todo tipo de compras, trámites, o incluso para trabajar. Por eso no es de extrañar que el uso de las VPNs esté aumentando más que nunca.

Una herramienta de ciberseguridad crítica

Si bien hace unos años las VPNs solo eran populares entre los especialistas y los aficionados a la tecnología, más recientemente se está extendiendo su uso de forma generalizada debido a lo esencial de sus servicios de cifrado de las comunicaciones. Antes era relativamente seguro navegar por internet sin utilizar nada más que un antivirus, pero ahora las comunicaciones en línea pueden ser interceptadas de múltiples formas, lo que obliga a protegerlas adecuadamente con una herramienta especializada.

Las VPN con prueba gratis ofrecen a sus usuarios la posibilidad de acceder a sus servicios de cifrado de manera gratuita durante 30 o 45 días para comprobar la eficacia de su encriptación y las ventajas de usar una IP diferente a la hora de navegar por la red. De esta manera, los usuarios pueden proteger su conexión al hacer compras online –lo que impide la vulneración de sus tarjetas bancarias–, al acceder a su correo electrónico o al navegar por sus redes sociales, manteniendo sus datos privados lejos de los ciberatacantes.

A nivel institucional, las VPNs se están volviendo cada vez más indispensables en las entidades gubernamentales, empresas privadas y ONGs, algo que se ha puesto de relieve considerando el enorme aumento de los hackeos que les afectan. Ciberataques a ministerios, laboratorios, universidades e incluso oleoductos como la Colonial Pipeline de Texas han evidenciado la necesidad de proteger los sistemas informáticos de todas estas instituciones, sobre todo cuando gestionan activos críticos para la población.

La ciberseguridad funciona cada vez más de manera integral

El aumento de la frecuencia y el alcance de los ciberataques a escala global responde también a un incremento en su diversidad, de forma que los ciberatacantes buscan continuamente nuevas maneras de vulnerar las cuentas y los dispositivos de sus víctimas. Por eso, una sola herramienta de ciberseguridad ya no es suficiente para mantenerse a salvo en la red, y se hace necesario optar por soluciones integrales capaces de protegernos a todos los niveles.

La combinación esencial de una VPN + un antivirus pasa entonces a considerarse el centro básico de la protección en internet, ya que permite proteger a los dispositivos frente al malware y las filtraciones online. Pero a esto conviene sumar también otras herramientas como un gestor de contraseñas y, por supuesto, un sistema de almacenamiento en frío para nuestros datos más preciados, que puede ser por ejemplo un simple pendrive USB.

Por último, debido a la naturaleza siempre cambiante y en continua evolución de las ciberamenazas, la formación continua en materia de ciberseguridad también debe ser tenida en cuenta, sobre todo a nivel institucional. Comprender de manera adecuada el funcionamiento y los objetivos de ciberataques como el phishing o el ransomware puede ayudarnos a detectar mensajes o webs fraudulentas, alentarnos a mantener nuestros datos a salvo en bases de datos offline, y prevenir comportamientos arriesgados en la red.