La Inteligencia Artificial (IA) se está extendiendo a un número cada vez mayor de áreas, como la medicina, la industria del automóvil, las finanzas, la fabricación, la agricultura o el marketing. Esta expansión se encuentra en la encrucijada de tres grandes desarrollos tecnológicos: la aparición de grandes datos, la normalización de la interconexión entre humanos y máquinas y los avances en el aprendizaje de máquinas. La IA está transformando progresivamente la forma en que operan la economía y la sociedad.
SCOR, en un reciente informe, analiza el desarrollo de esta nueva tecnología y las repercusiones para el sector asegurador. Desde la perspectiva del Seguro, dos son los frentes que preocupan. En primer lugar, hay que evaluar, cuantificar, asegurar y mitigar los nuevos riesgos asociados a la IA, ya que el uso creciente de la misma plantea numerosas cuestiones de riesgo.
La segunda cuestión es cómo el sector puede aprovechar el potencial de la IA y cómo puede utilizarse para mejorar la competitividad, mejorar la experiencia del cliente, reducir la exposición al riesgo y mejorar los beneficios mediante un mayor uso de la automatización, la eficiencia, la suscripción refinada y la segmentación de precios. En este sentido, SCOR se ha comprometido a incorporar las nuevas tecnologías a su actividad.
No tienen que cambiar los seguros, sino las aseguradoras
Entre los distintos artículos incluidos en esta publicación, Laurent Alexandre, CEO de DNA Vision, da una visión imparcial de este desarrollo tecnológico que está impactando a la sociedad en su conjunto. En su enfoque, lo que necesita cambiar no son los seguros, sino las aseguradoras.
El autor deja claro que el negocio de los seguros no desaparecerá, pero no queda tan claro si las compañías de seguros seguirán dirigiendo el negocio a medio plazo: “El tiempo es esencial para las aseguradoras, ya que las compañías de las tecnologías de la información han obtenido una ventaja significativa y están desarrollando rápidamente sus nuevas tecnologías. El futuro del sector de los seguros dependerá de la psicología de los aseguradores. Si las grandes compañías tecnológicas creen que las aseguradoras no pueden convertirse en especialistas en datos, lanzarán un ataque. Y ganarán”.