realidad aumentadaAl parecer ya en el año 1.600 a.C., los habitantes de la antigua Mesopotamia comenzaron a asegurar los riesgos propios del tráfico comercial por tierra y por mar. Es cierto que hay muchas teorías en cuanto al inicio del sector de los seguros, pero lo que sí que parece claro es que a estos les siguió el de la asistencia.

Tras más de 3.500 años de evolución en estas industrias, podemos decir con certeza que los cambios producidos en los últimos dos ha sido meteórico. Antes de la pandemia ya existían proyectos para transformar las distintas industrias, pero todavía no podíamos hablar de desarrollos tangibles. A partir de la llegada de la Covid-19, sumado a la amenaza medioambiental, hemos visto cómo la inversión en nuevas tecnologías se ha multiplicado exponencialmente dejando ver la luz de algunos de esos proyectos que ahora empiezan a materializarse.

La apuesta por un mundo virtual a través del Metaverso, pero la aceptación de que cierto equilibrio con el mundo físico es necesario, ha dado como resultado un empujón a un recurso tecnológico que ya existía, pero que teníamos olvidado en el baúl de los recuerdos: la realidad aumentada. Y esto, a nuestro sector, le beneficia, y al cliente final, más.

Actualmente, cuando sufrimos una avería en casa, y debemos contactar con nuestro seguro para solicitar asistencia de un profesional, ¿cuáles son los canales de los que disponemos? Ya sea por whatsapp, llamada tradicional o chatbot, estos no evitan que se puedan producir desplazamientos innecesarios por falta de información durante esa conversación. La información que le llega al profesional, aparte de no ser visual, puede estar incompleta. Y ya sabéis el dicho: una imagen vale más que mil palabras. Con la realidad aumentada se abre la posibilidad de un nuevo canal de comunicación que permita ahorrar esos desplazamientos evitables y generar eficiencias en el proceso, generando además una mejor experiencia de cliente.

Entre los ejemplos de cómo se podría aplicar la realidad aumentada a los servicios de Asistencia encontramos:

En el caso de los electrodomésticos y equipos de cocina, muchas averías podrían ser solucionadas por el propio cliente, siguiendo una serie de indicaciones en remoto. Esta tecnología nos permitiría seguir minuciosamente las indicaciones de un profesional porque estaríamos viendo con todo detalle las piezas interiores de una lavadora. Virtualmente podríamos girarla, voltearla, aumentar la zona que necesitemos analizar y que creemos que puede ser el causante del problema.

Aplicado a la movilidad: imagina que un mecánico identificase rápidamente qué problema tiene tu coche. Lo podría ver a través de RA sin necesidad de desplazamientos innecesarios y tiempos de espera que no añaden valor.

En el viaje las posibilidades son prácticamente infinitas. Actualmente, las teleconsultas médicas ya presentan un avance en cuanto al formato, pero son inexactas porque dependen de las indicaciones del enfermo. Con la tecnología de realidad aumentada podemos saber con precisión dónde se encuentra la dolencia y el nivel de intensidad. Incluso en el futuro podemos imaginar como a través de aplicaciones, podríamos hacer rayos X en remoto para que un profesional sanitario pueda visualizar en un panel virtual toda la información necesaria.

El futuro está ya aquí y pronto seremos las propias compañías de asistencia las que ofrezcamos a los clientes tecnologías de realidad aumentada como un añadido más a sus pólizas. La tecnología está creciendo a pasos agigantados, sin ir más lejos; el 90% de los datos recopilados en el mundo se ha creado en los últimos dos años, y las compañías muy pronto tendrán, sino lo tienen ya, planes de acción de Realidad Aumentada contemplados en sus estrategias de transformación digital.

De una forma u otra, lo que sí que podemos asegurar es que estas soluciones no tardarán otros 3.000 años más en ser realidad.


Allianz Partners Andrés Sánchez Cid 280x280Sobre el autor del contenido

Andrés Sánchez-Cid es Innovation and Product Manager en Allianz Partners España